jueves, 18 de septiembre de 2014

Volvimos

El día que nació este blog, el Atleti transitaba en tierra de nadie y había perdido toda su identidad. Venía de ganar una Europa League con muy poco brillo y a la vuelta de la esquina le había esperado otro resbalón en forma de fracaso doméstico. Jugar la Champions se había convertido en una quimera y conseguir un resultado decente en un derbi se había convertido en una anécdota del pasado.

No obstante, y replanteando mis ilusiones contra una corriente de realidad que nos daba una bofetada un fin de semana sí y el otro también, decidí titular el blog como "Volveremos", porque en el fondo, aunque el equipo se había convertido en una caricatura de lo que había dibujado su historia, estaba convencido de que algún día resurgiríamos de las cenizas y nos convertiríamos en el Ave Fénix del fútbol moderno.

Llegados a este punto, el concepto de regresión al pasado glorioso va más allá de un resultado. El resultado puede ser merecido pero también puede ser anecdótico. Se trata de otra cosa. Se trata de llegar al estadio del máximo rival aporreando las ventanas del autobús y haciendo saber al mundo que allí llega un equipo sin miedo. Hace poco más de tres años, el Atleti llegaba al Bernabéu acongojado. Antes del pitido inicial ya perdía por un par de goles de diferencia. Llegó el mal a ser tan endémico que los enemigos de nuestro sentimiento llegaron a pedir un rival digno para un derbi decente. Ya lo tienen. Más allá de la victoria y la derrota, el equipo juega como dicta su himno. Jugando, ganando, pelean como el mejor. Porque luchan como hermanos defendiendo sus colores.

Sí. Hemos vuelto.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Sensaciones

Dicen que el fútbol es un estado de ánimo y yo no lo refuto. Para el espectador, ajeno al vicio o al compromiso del vestuario, el fútbol se basa en sensaciones. Uno ve a su equipo organizarse y buscar el área contraria en bloque y buena compostura y se encuentra con la seguridad de que el camino a seguir es el correcto. Pero si uno ve a su equipo embotellado en el área por dos equipos que al final de la liga andarán peleando el pan de la permanencia y no puede evitar una mueca de disgusto. Quiere mirar hacia el césped y gritarle a los jugadores: "¡Este no es el camino, señores!".

Si por algo se ha caracterizado el Atleti desde la llegada de Simeone es por ser un bloque firme y compacto. Como dijo Mourinho tras perder la semifinal de la Copa de Europa, "un equipo en toda la definición de la palabra". En esencia, el Atleti sigue siendo un equipo difícil de ganar, una máquina de competir que devora rivales por el método de la tortura china. Pero no es menos cierto que en el convencimiento del estilo, el equipo está cayendo en vicios que le acercan a la guerra y le separan de lo meramente futbolístico.

Si alguien recuerda el primer año de Simeone, rememorará, además de su excelente función como apagafuegos, aquellos partidos en la Europa League en los que se barrió a Valencia y a Athletic jugando muy bien al fútbol. Aquel era el equipo de Arda, Diego, Adrián y Falcao. El equipo de los peloteros jugaba, en algunos momentos, un fútbol de alta escuela. A medida que el Cholo fue encontrando su grupo, se fueron incorporando al grupo algunos jugadores con vitola de imprescindibles y con características muy diferentes de aquellos que se habían ido. Sin un Diego Costa que convierta un melón en un serio contraataque, queda la duda de cómo va a encontrar el equipo a un delantero que vive del remate de manera casi exclusiva. A Falcao se le encontró jugando al fútbol y el fútbol, de momento, es lo que no ha encontrado el Atleti en estos primeros partidos de temporada. Si la ilusión se mide por sensaciones, las mías no son buenas. Y el sábado toca derbi. Un buen lugar para reencontrar el equipo. Un lugar idóneo para reencontrar el fútbol.