Fuegos de artificio.
La verdad es que lo que nos ha pasado es un drama, yo no creo, mi barco se llama Atlético de Madrid y, aunque dependamos de nosotros, bien sabemos que no vamos a ganar en Barcelona. Porque no hemos ganado en Getafe, ni dos veces en Sevilla, ni aun Athletic lleno de suplentes. Porque el equipo se ha caído, porque psicológicamente sabe que no está y porque físicamente, después de superar un brote en masa dentro de la plantilla, están para los restos.
Mucho me temo que el audio de Koke va a envejecer muy mal y que esto puede ser el comienzo de una autodestrucción. No puedo pensar en positivo, lo siento, estoy desolado. Y eso no me hace menos atlético. Nací siendo del Atleti y moriré siendo del Atleti. He vivido un descenso, años de plomo y la caída en dos finales de la Champions, pero este disgusto me está llevando por delante. Porque después de Lisboa y Milán quedaba el orgullo, pero después de perder diez puntos en dos meses, lo único que me queda es una sensación de ridículo. No sé si volveré a ver ganar al Atleti una liga.
Lo siento, esta desolación me impide ser optimista.