Mi apuesta en Trippier. Lo digo para que a nadie le pille de susto y no vengan a llamarle rata como ya hicieron con Thomas. Porque la Heitingada, llamada así por la venta de Heintinga a pocas horas del cierre del mercado, sin sustituto que ocupase su lugar, se ha ido repitiendo en el tiempo con nombres varios pero siempre con el mismo final: un activo menos y un pasivo más. Así funciona la gestión del Atleti.
Así pues, que nadie pierda el tiempo con nombres y renombres. Te hablan de un nueve suplente, de un lateral izquierdo o quizá de un medio defensivo. Humo. Lo realmente importante es lo que está a punto de salir, que es Saúl y lo que saldrá cuando el mercado llegue a su fin, esa Heitingada que ya tuvo nombre de Raúl García, Augusto o Thomas en el pasado y que probablemente tenga nombre inglés en este presente. Por eso, cuando el Atleti está en lo más alto, antes de pensar en fichajes hay que juntar las manos y decir aquello de: Virgencita, que me quede como estoy.
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