lunes, 4 de noviembre de 2024

Errar el tiro

Soy consciente de que el Metropolitano, sin el aliento del fondo sur, es poco más que un teatro. Que sí, que hay gente que lo intenta, pero los que acudimos a las tribunas o al fondo contrario, somos aficionados entusiastas de corazón a los que la edad ya nos hace temblar las piernas. Damos palmas, cantamos el himno y tal, pero eso de estar noventa minutos sin parar, pues no va con nosotros.

Y es por ello que admiro y alabo el trabajo constante que hacen allí durante todos los partidos, despertándonos cuando nos dormimos y dejándole ver al equipo que nunca solo caminará. Porque en esa grada hay seis mil personas, muchos de ellos jóvenes que aprovechan la rebaja de la grada joven y se arriman al calor del ánimo que aún les late en el corazón y se desprende hacia sus piernas y su garganta. El problema está en que todos esos seis mil están secuestrados por unos pocos indeseables.

Esos indeseables, que manchan el nombre de la peña que acuna todo el fondo, son los que han provocado un cierre parcial, una multa y una respuesta acorde por parte del club. Porque lo que el club quería era que esos seis mil señalaran a esos pocos, puesto que, por su culpa, les han hecho pagar como justos siendo ellos los pecadores, pero todos, todos, han errado el tiro. No sólo han defendido a los indeseables sino que se han atrevido a repartir carnets a los que no comulgamos con ellos. Porque, por más provocación ajena que mediase (tras pasar un partido deseando la muerte del provocador), no hay acto que justifique un conato de violencia. 

Llevan un estigma pintado en su frente desde hace más de veinte años y, en lugar de purgar, vuelven, siempre, a las andadas. Mientras el resto mire al dedo, en lugar de a la luna, seguirán las expulsiones improvisadas y seguirá el silencio, pero volverán, de nuevo, las oscuras golondrinas.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Me duele el Cholo

Los que me conocen, saben que me he pegado hostias de todos los colores, en los debates, por defender a
Simeone. Sin él no habría equipo competitivo, no habría podio en liga, no habría habido los ocho títulos, ni Champions, ni nuevo estadio lleno hasta la bandera. Él ha convertido en buenos futbolistas a futbolistas sencillos y en futbolistas extraordinarios a futbolistas prometedores. Pero ese Simeone que tanto defiendo, ahora mismo no está.

El Atleti, tras su mejor verano en los últimos años, no sabe a qué juega y, lo que es peor, no parece saber a qué quiere jugar. Tras el meneo de Lisboa, llegó un partido desesperante en San Sebastián en la que el rival acertó más por insistencia que por verdadera calidad. Porque aquel Atleti de Anoeta fue, seguramente, de los peores que hemos visto jugando al fútbol.

El Simeone que aterrizó en Madrid era un tipo que quería ganar desde la defensa pero que tenía muy claro lo que quería hacer en ataque. Roca y martillo. Ahora se agazapa atrás y cuando los centrocampistas huelen un balón, que son pocos, raramente saben qué tienen que hacer con él y eso, calidad aparte, es síntoma de equipo mal entrenado. Espero y deseo que Simeone vuelva y encuentre el lugar, el equipo y la constancia, porque ahora mismo me duele mucho ver que no está.

lunes, 23 de septiembre de 2024

El partido que me esperaba

Suele ocurrirle al Atleti que las resacas le sientan fatal, que las euforias le llevan a caminos incorrectos y que, después de un buen partido en Champions suele dar la de arena en liga si se enfrenta contra un equipo de zona baja y lo hace fuera de casa. Y con esa manía suya tan arraigada de regalar las primeras partes, llega al tramo final con la urgencia en la garganta y la angustia en la mirada y al final, pues lo que esperábamos, un empate que es mal menor y a ver como, ya en la jornada seis, el liderato se pone a seis puntos.

Y es que, no nos vayamos a engañar, pese a que el equipo ha mejorado, seguimos teniendo dos equipos por encima a los que va a ser difícil alcanzar. Hemos pinchado contra el Villarreal, al que el Barça metió cinco, contra el Espanyol a quien el Madrid metió cuatro y ahora contra el Rayo al que, seguramente, también ganarán los dos con holgura. Pero no duele tanto la realidad como la sensación que deja siempre este equipo de que puede dar mucho más en estos partidos en los que se pierden las ligas y se ganan las dudas.

Y es que, para mi cabreo interior, el Atleti hizo el partido que me esperaba. Ese en el que se acula ante las embestidas del rival, en el que ve mirar los pases del contrario como un espectador de un partido de tenis, en el que la pelota quema, en el que no hay colaboración ni competitividad, esos partidos fríos del Atleti que te dejan helados. Le podemos echar la culpa a Molina, a Koke, a Griezmann o a Julián, pero la verdad es que, con rotaciones y sin ellas, estos partidos ya son mala costumbre. Habrá que hacérselo ver de una puñetera vez.

miércoles, 28 de agosto de 2024

Nuevo patrón

Pablo Barrios tiene todas las condiciones para ser un jugador de época. Pongo esto entre pinzas porque todos sabemos lo puñetero que es el tiempo y lo débiles que son las palabras, pero no es menos cierto, lanzada la hipérbole, que el chico tiene visión, colocación y empuje, además de una punta de velocidad que le hace ganar metros en la conducción y centímetros en el desborde.

Su partido ante el Girona fue un aviso a navegantes. Señores, aquí se ha fichado a un pitbull y junto a mí juega la mayor leyenda de la última década, pero estoy dispuesto a tirar la puerta abajo. Es cuestión de tiempo que el centro del campo del Atleti, ya sea con tres o cuatro jugadores, sea comandado por Pablo Barrios porque ahora mismo es el mejor centrocampista del equipo y, lo que más ilusiona, tiene margen para ser aún mejor.

Así que, con los pies en el suelo y en espera de los goles de Julián y la adaptación de los nuevos fichajes, hemos de echar de menos los milagros de Oblak y, poco a poco, el sentido del juego de Koke, pero como siempre hay una ventana abierta cuando se cierra una puerta en las narices, habremos de disfrutar de esta bocanada de aire fresco y saber que este equipo, por fin, puede tener un nuevo patrón. Y parece de los buenos.

viernes, 9 de agosto de 2024

Hasta que no lo vea

Reconozco que Julián me pone mucho porque es uno de mis jugadores favoritos en el mundo. No es el mejor, ni el más rápido y mucho menos el más fuerte, pero es muy listo y sabe lo que hace tanto dentro como fuera del área. De concretarse, que parece que sí, sería un fichaje de muy altas pretensiones puesto que es campeón de todo y ha demostrado de sobra que puede jugar ante cualquier defensa.

Pero prudencia. Que si no vamos a decir conociéndonos el percal. Dicen que el lunes estará en Madrid pasando el reconocimiento por lo que nos espera un fin de semana con el culo apretado y la tensión en los dientes esperando que todo lo que han dicho los del "here we go" sea verdad y que uno de esos flecos que, casualmente, siempre se alían en contra del Atleti, eche al traste la operación.

Así que, hasta que no lo vea, no me lo creeré. Porque he crecido creyendo que Klinsmann estaba hecho, que Rosicky era rojiblanco y que incluso Reus, en su mejor momento, estaba en disposición de jugar con la rojiblanca. He crecido viendo a Lautaro y a Bruno Guimaraes con un precontrato, e incluso, en la prehistoria, a Fernando Hierro posando en el Calderón con una camiseta del Atleti, así que, repito. Hasta que no lo vea, no me lo creeré.

martes, 25 de junio de 2024

Rumore, rumore

Hay que tenernos entretenidos, es la consigna. Y si no lo hace el club a través de sus voceros, lo hacen esos tuiteros de nuevo cuño que dicen manejar información y lo único que manejan es falsa ilusión y repetición de noticias leídas en medios de la misma dudosa credibilidad. Y el caso es que, a pesar de que decían que el rumor es la antesala de la noticia, aquí nos hartamos de rumores y de noticias tenemos la friolera cantidad de cero.

Se negocia por Le Normand, vale. Hancko está cerca, vale también. No van a vender a Samu, veremos. Tampoco a Lino, veremos también. Riquelme tiene ofertas, no me gusta ese rumor. El medio puede ser Merino, habrá que verlo. Y así, nos hacen pasar el verano entre el tedio y la desesperación sabiendo que hay algunos abonos por rellenar y algunas esperanzas por promocionar pero que al final, como casi siempre, el fichaje será Vitolo y para entrar hay que dejar salir aunque al final salga alguien a cambio de que no entre ninguno.

Es la realidad de un equipo que necesita buenos jugadores para poder competir y, sobre todo, jugadores que sepan lo que es la camiseta del Atlético de Madrid (y no voy a mirar a ciertos argentinos que volverán a hacer el torneo de su vida vistiendo la albiceleste). Si llegasen, si fuese verdad que llegasen, podríamos quizá soñar con una temporada competitiva, pero como esto es el Atleti, nos venderán el alma y, después, que volvemos a tener la mejor plantilla de nuestra historia. Todo para volver a culpar del fracaso a Simeone. El rumor de nunca acabar.

viernes, 7 de junio de 2024

Rándom

Si existe un término que, por unas cosas u otras, se ha puesto de moda hoy en día es el de rándom y que, según el lenguaje coloquial viene a ser algo aleatorio, bien nominal o bien material; algo que se dice o se hace y que te presenta ante la sociedad como una rara avis que, por unas u otras circunstancias, tiene más o menos probabilidades de ser o no aceptado.

Dejando atrás el galimatías de la definición y la rareza de la concepción, venga a nosotros el término para definir lo que, de una u otra manera está ocurriendo en las últimas semanas en el entorno mediático del Atlético de Madrid. A la ya de por sí extraña nómina de informadores con apellido italiano se han sumado a las redes varias cuentas de nombre fácilmente olvidable que, en un entrañable esfuerzo por conseguir atención, están soltando nombres por doquier sin que el Atleti, a día de hoy (copyright La Libreta), se haya pronunciado ni tan siquiera por un segundo sobre la estrategia a seguir en el próximo mercado de verano.

Si a esto tenemos que sumar los tipos de la prensa que se considera seria, esto termina convirtiéndose en una casa de locos en la que la camisa de fuerza pasa por ser la prenda más adecuada a la hora de vestirse para analizar tal cantidad de nombres y tan poca realidad plasmada. Cuando uno abre la web del Marca y lee el nombre de Julián Álvarez no puede más que esbozar una sonrisa y decir aquello de "estos nos toman por tontos". Ya ni siquiera voy a mencionar los nombres que salen en el universo tuitero porque entonces nos tendrían que ingresar. Verás que gracia nos va a hacer cuando llegue el mes de agosto, hayamos vendido a Lino y a Riquelme, sigan por ahí tipos de muchos millones y poco fútbol y citen a los acólitos para la presentación de Giroud y Sergi Roberto.

Entonces nos daremos cuenta de a qué han estado jugando todos estos durante todo el verano.