El Atleti se ve obligado a enseñar su cara B cuando las bajas le ponen el camino cuesta arriba, cuando el cansancio empieza a ser un lastre demasiado difícil de soltar, cuando la incertidumbre se convierte en molesta compañera de juegos, cuando las circunstancias obligan a nadar y guardar la ropa. Cuando el Atleti se ve obligado al enseñar su cara B el público resopla, las uñas desparecen, miramos el reloj en más ocasiones de las debidas y nos duele tener que sufrir contra un recién ascendido.
Dijo el Cholo en sus primeros discursos que en sus equipos el esfuerzo es innegociable y que prefiere llegar una vez y hacer un gol. El de ayer fue ese equipo que proponía el Cholo y que, afortunadamente, aún apenas hemos visto. Líneas juntas, pocos apuros defensivos y aprovechar las pocas oportunidades que se presentan. Esa es la cara B. Para necesidades puntuales la daremos por buena, pero que sepan todos que nos gusta mucho más la cara A. Aunque el portero nos pare quince ocasiones, jugando bien nos vamos a la cama mucho más contentos.
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