Esta es la herencia del Atlético reinventado del gilismo, cacareado por los delamorenas de turno y ridiculizado en manoletes de poca monta. Al atleti le persiguen los árbitros y la mala suerte, perder mola porque el Atleti es así, el Atleti es capaz de lo peor y de lo ¿mejor? y con el Atleti nunca se sabe ¿Nunca se sabe qué? Hace tiempo que sabemos que no va a pasar nada y que en cada temporada nos sentimos como aquel Bill Murray que despertaba una y otra vez en el día de la marmota. Hace tiempo que venimos comprobando que ya no somos capaz de hacer lo mejor porque no tenemos jugadores acordes a nuestra historia ¿Dónde está la historia? Acaso es un bonito recuerdo manchado de imágenes con una camiseta vestida por un tal José Eulogio Gárate.
¿Saben las nuevas generaciones quién fue José Eulogio Gárate? ¿Acaso vieron a Futre en un Atleti que ya apuntaba a la decadencia? ¿Saben quién fue el hombre que dio nombre al estadio? Los atléticos de verdad se alejan del Manzanares y las gradas se pueblan de niños que nunca vieron celebrar a sus padres y padres que se acuestan cada noche adormecidos por el discurso de los programas nocturnos. Aquí no pasa nada, señores. Y si pasa, se le saluda ¿Si se pierde prestigio? ¿Si se pierde identidad? ¿Si se pierde contra un recién ascendido? Silencio. No sea que se vean obligados a contarnos la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario