
El resultado es el único objeto de nuestro deseo. El resultado es ese karma que nos aporta el equilibrio suficiente para seguir soñando. Es la llave maestra que nos abre la puerta de la jaula de la incertidumbre. El resultado es la vida y nuestra vida, jugada partido a partido, se pone en venta en cinco jornadas de infarto y una eliminatoria panza arriba contra uno de los mejores clubes de la historia. A este lugar hemos llegado. No hay vuelta atrás. Es un reto extraordinario.
El reto de luchar de tú a tú hasta el final con los dos colosos del fútbol mundial. El reto de poder disputarle al Bayern un pedazo de gloria e intentar devolver una afrenta histórica. El reto de regresar a un Calderón repleto de color y fuego, de gloria y leyenda, de fe y lucha. El reto de seguir creyendo. Porque si se trabaja y se cree, se puede. Porque los retos se logran partido a partido.