martes, 26 de abril de 2016

El reto

El punto de no retorno es aquel en el que se ponen en juego las expectativas, se tiran los dados con una probabilidad irremediable de encontrar un número opuesto al de nuestros deseos y se atan los machos bien fuerte porque desde allí no hay marcha atrás. Los retos, llegados al punto de no retorno, son órdagos de puerta grande, cornadas de enfermería o aplausos merecidos porque la mayoría de las veces, la intención brava cuenta mucho más que el resultado.

El resultado es el único objeto de nuestro deseo. El resultado es ese karma que nos aporta el equilibrio suficiente para seguir soñando. Es la llave maestra que nos abre la puerta de la jaula de la incertidumbre. El resultado es la vida y nuestra vida, jugada partido a partido, se pone en venta en cinco jornadas de infarto y una eliminatoria panza arriba contra uno de los mejores clubes de la historia. A este lugar hemos llegado. No hay vuelta atrás. Es un reto extraordinario.

El reto de luchar de tú a tú hasta el final con los dos colosos del fútbol mundial. El reto de poder disputarle al Bayern un pedazo de gloria e intentar devolver una afrenta histórica. El reto de regresar a un Calderón repleto de color y fuego, de gloria y leyenda, de fe y lucha. El reto de seguir creyendo. Porque si se trabaja y se cree, se puede. Porque los retos se logran partido a partido.