viernes, 27 de agosto de 2021

Grupo duro

A estas alturas, después de haber conocido la élite, de haber pujado con ella, de haberles ganado en muchas ocasiones y de haber levantado más copas de las que podíamos soñar, no vamos a tener miedo de nadie. No hay miedo, claro, pero sí un respeto profundo al grupo que nos ha tocado en la Champions porque hay una diferencia grande entre un grupo duro y otro sencillo; los grupos duros terminan despistándote en la lucha por la liga.

Resulta, cuanto menos curioso, que para un año que ganamos la liga y somos cabezas de serie, nos encontramos en un bombo con más Marías que equipos complicados. Eso nos abocaba a encontrarnos un verdadero coco en el bombo dos y rezar para que los equipos extraídos en los otros bombos no fuesen muy complicados, pero hete aquí que salieron dos campeones de Europa más. Así que nada, a picar piedra y a intentar estar en las eliminatorias de febrero, porque eso, lo saben sobre todo los golfos que mandan, económicamente, es el verdadero oxígeno del club.

Pero claro, sin perder de vista la liga, porque una vez que hemos probado la miel del éxito, nos ha sabido tan bueno que buscaremos repetir. Primero por seguir dándonos alegrías y segundo por seguir dando en los morros a esos llorones que declaman su ruina y luego van soltando billetes por el aire para comprarse un nuevo Ferrari con el que competir con nuestro SEAT Panda sin ITV. Pongámoselo difícil. Para ello, claro está, los de arriba no deben vender a nadie y la plantilla, si se mantiene como está, cosa que dudo, debe mentalizarse de que los retos grandes implican esfuerzos grandes. Haganlo.

jueves, 19 de agosto de 2021

La conversión

Cuando presumimos de ser del Atleti no tratamos de ponernos por encima del resto del mundo, ni mirar a nadie por encima del hombro, para eso ya están otros. Tampoco es nuestra la exclusiva del sentimiento, pero sí es cierto que el Atleti, cuando te atrapa, te transforma para siempre. Les pasó a muchos jugadores que llegaron aquí después de jugar en equipos con cierto carácter emocional, como fue Simeone en Sevilla, Raúl García en Osasuna o Juanfran en el Real Madrid.

Haber conseguido la conversión en Marcos Llorente es algo así como el último milagro del colchonerismo. Criado en la familia más blanca del deporte nacional, Llorente ha mamado el madridismo desde cuna y se hacía imposible verle implicado hasta el máximo con las rayas rojas y blancas. Como ya le pasó a Morata e incluso parece estar pasándole a Mario Hermoso, Llorente ha manchado su corazón blanco con rayas rojas y ha decidido quedarse con nosotros durante el resto de su carrera.

Pero no vayamos a confundirnos. Una cosa es la conversión y otra el cumplimiento, una es querer y otra es que te dejen. Hemos visto gente renovar contratos y marcharse a los pocos meses, por lo que hay que ser más cauto que expresivo a la hora de celebrar y hay que disfrutar el momento porque en el Atleti los planes de futuro se hacen en base a la cuenta de ingresos. Pero que el tipo que ha transformado el juego del equipo quiera seguir aquí es el triunfo de una filosofía de trabajo llamada cholismo que ha convertido una agencia de ida y vuelta de jugadores en un intento de proyecto consolidado. Quién nos lo iba a decir.

lunes, 9 de agosto de 2021

Mala pretemporada

No hay sido la mejor pretemporada, para qué vamos a engañarnos. Tan sólo una victoria, por la mínima, ante el Wolfsburgo y derrotas ante equipos menores con la sensación de sufrir más de lo necesario. No deberíamos darle mayor importancia, claro está, las pretemporadas ya no son como antes cuando la plantilla se integraba de golpe a primeros de julio y trabajaban en bloque durante dos meses hasta el comienzo de la liga. Pero no es menos cierto que ante la falta de ritmo, conjunción y preparación, preocupa el estreno liguero en Balaídos porque las primeras jornadas siempre tienen trampa.

Las primeras jornadas suelen ser caladeros de abandono de puntos por parte de los equipos grandes. Porque sus internacionales ha regresado tarde a las concentraciones, porque han tirado la pretemporada con chavales que no van a jugar en todo el año y porque los equipos pequeños acuden como pirañas a la carne muerta sabedores de que tienen una oportunidad única para trincar y llevarse a casa una victoria sorpresa. El Atleti ya cayó en Balaídos en la tercera jornada hace tres temporadas. No es un campo que se nos de bien, no es la jornada más propicia para jugar allí.

Así pues, habrá que confiar más en la calidad técnica de los nuestros que en su verdadera preparación para afrontar este primer reto de la temporada. Los cursos son largos, claro está y los equipos que de verdad luchan por todo, necesitan un par de meses hasta que alcanzan esa velocidad de crucero que los hace inabordables, por ello hay que sortear estas primeras trampas de la mejor manera posible y no descuidarse en demasía, porque ya dijo Luis que la liga se gana en las diez últimas jornadas, pero se pierde en las diez primeras.

martes, 3 de agosto de 2021

Esperando la Heitingada

Llegará, que nadie lo dude. A los dirigente del club les gusta apurar las últimas horas del mercado pero no para comprar sino para vender. Para verse con las manos atadas y decir así que no han tenido tiempo de reaccionar, que tenemos un elemento menos pero que, para ellos, lo que verdaderamente cuenta, es que tienen un poquito de dinero más. Porque se ahorran una ficha y, de paso, trincan por un traspaso que, a esas alturas, ya nadie puede esperarse.

Mi apuesta en Trippier. Lo digo para que a nadie le pille de susto y no vengan a llamarle rata como ya hicieron con Thomas. Porque la Heitingada, llamada así por la venta de Heintinga a pocas horas del cierre del mercado, sin sustituto que ocupase su lugar, se ha ido repitiendo en el tiempo con nombres varios pero siempre con el mismo final: un activo menos y un pasivo más. Así funciona la gestión del Atleti.

Así pues, que nadie pierda el tiempo con nombres y renombres. Te hablan de un nueve suplente, de un lateral izquierdo o quizá de un medio defensivo. Humo. Lo realmente importante es lo que está a punto de salir, que es Saúl y lo que saldrá cuando el mercado llegue a su fin, esa Heitingada que ya tuvo nombre de Raúl García, Augusto o Thomas en el pasado y que probablemente tenga nombre inglés en este presente. Por eso, cuando el Atleti está en lo más alto, antes de pensar en fichajes hay que juntar las manos y decir aquello de: Virgencita, que me quede como estoy.