lunes, 17 de abril de 2023

Los caballeros de la angustia

En los años cuarenta, mientras el mundo se lamía las heridas de una guerra que no alcanzó a Sudamérica, la Argentina vivía sus años de esplendor recibiendo inmigrantes y exportando materias primas. Además, se había convertido, junto a Brasil, en el mayor vivero del mundo de futbolistas extraordinarios y, entre ellos, fue River Plate quien conjuntó a cinco tipos mágicos que, recitados de memoria y en orden de derecha a izquierda, se convirtieron en símbolo y seña de un país que buscaba la felicidad y la encontraba en el césped cada domingo.

Lá Maquina de River, formada por Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Lostau, fue bautizada así por un fútbol tan natural que parecía hasta mecánico. Cuando la pelota llegaba hasta su zona de influencia, brotaban las jugadas, las genialidades y, casi siempre, los asombros. Pero no siempre brotaban los goles, y por esa manera tan suya de ganar ajustado, gustándose más que definiéndose, pasaron a ser llamados, también, Los Caballeros de la Angustia, ya que era muy frecuente que partidos en los que habían dado un recital, terminasen con la tensión del resultado ajustado y el peligro del empate o la derrota surcando siempre los cielos ante la taquicardia del espectador.

El Atleti lleva varios partidos jugando con solvencia; dominando a su rival, ganando duelos, llegando al área y produciendo, al menos, una media docena de buenas ocasiones, pero todas terminan en el limbo y pese a que siempre marca al menos un gol, termina los partidos encogido, acordándose de las ocasiones falladas y acumulando gente detrás esperando a que el rival no acierte y el árbitro señale el final del partido. Todo eso jugando con nuestra salud y demostrando que la angustia viaja con el tiempo y que si le pudo a aquel maravilloso River por qué no iba a poder con el equipo con mayor literatura sufridora en la historia del fútbol.