jueves, 26 de octubre de 2023

Europa

Europa es intensidad, presión alta, carrera infatigable, pierna fuerte, juego directo, desmarques al límite, termitas en el centro del campo, minas en área rival e incomodidades en el área propia. Europa es físico y mucha química entre miradas de complicidad, es saber qué va hacer el compañero, es saber manejar el auxilio, es desbordar con balones largos y centrar para tipos que ganan su sueldo en capacidad y energía.

Europa es modernidad y estilo, es fragancia de futuro, es inteligencia emocional, es corazón al límite, alma de bandido, pies de conquistador, cabeza de ingeniero. Europa es saber hacer las cosas a mil por hora porque si te duermes te lleva la corriente, Europa es una pierna musculada golpeando un balón de plástico, Europa es ganar, pero ganar no es mirar porque mirar es la antesala de la ejecución.

El Atleti sufre en Europa porque no es fuerte, ni rápido, ni lo suficientemente conciso. Sufre en Europa porque trata de imponer un ritmo que hace tiempo claudicó a la estética de la guerra y que ha ido pasando de moda a medida que los equipos se ponen el traje de la vertiginosidad. Sufre en Europa porque ve pasar los centros sin enterarse de nada, porque llega tarde al cruce, porque no sabe ir a la presión ni sabe manejar las transiciones cuando le vienen en contra. Porque el Atleti, ahora, juega mejor al fútbol que antes pero ha perdido ese colmillo que le convertía en temido, porque no ha sabido reciclarse y, ahora, casi siempre, se ve arrastrado hasta la fatiga por el ímpetu y el físico del equipo rival.

jueves, 31 de agosto de 2023

El cholo-taka

El cholo-taka es gozo y disfrute, es contragolpe letal, es combinación fulgurante, es aprovechar el espacio y dominar el tiempo, es el sueño cumplido de un entrenador encasillado, es la ilusión de una grada que busca su enésima redención, es la disculpa de unos futbolistas que, durante meses vivieron arrodillados ante su desvergüenza y la demostración de que el león puede ser fiero cuando lo pintan.

El cholo-taka es la concepción de un trabajo y la conceptualización de un ideario, es la fé hecha verbo y la promesa hecha carne, es la estrella fugaz que viaja por el cielo y nos hace pedir un deseo; que no cambie el método, que no muera la palabra. Porque en el cholo-taka no sólo viven nuestros sueños sino que allí se visten nuestras realidades. El miedo a quedar desnudos volverá a asomar a nuestros abismos y entonces sabremos cuál es el lugar al que deberíamos acudir.

El cholo-taka se ha consumado con dos laterales largos, tres centrocampistas conceptuales y dos delanteros incisivos, pero sobre todo se asienta en una defensa de tres cuartos, en una pierna fuerte y en la conquista del espacio por parte de unos futbolistas que quieren volver a sembrar la semilla de su voluntad. El cholo-taka vive en su ideario y las ideas sólo son fuentes de inspiración si de la garganta salen flores de convencimiento. Mientras el alma siga en pie y la carne se ponga de gallina, el cholo-taka seguirá siendo el mejor motivo para convencernos de que la vida puede ser maravillosa.

martes, 8 de agosto de 2023

Aquí estamos de nuevo

Pues aquí estamos de nuevo, igual que nos fuimos, sin un delantero centro capaz de marcar veinte goles y sin un medio puro que pueda acompañar a Koke en la creación y contención y que, según ya ha dicho el entrenador, es vital para su esquema. Pero aquí como el que escucha llover contra el cristal, mientras yo no me moje, sigo mirando.

Sigo creyendo que el Cholo sigue aquí más por amor al equipo que por fe en el proyecto, porque cada verano encuentra un palo en la rueda y él sigue trabajando para hacer de los suyos soldados de fortuna. El equipo, como ha demostrado en algunos tramos de la pretemporada, sabe a lo que quiere jugar pero cuando alcanza el lugar de definición envía al limbo la mayoría de sus ocasiones y cuando tiene un despiste en el centro del campo, se encuentra vendido en su propia área.

Los fichajes, como cada año, han sido a bajo coste y aprovechando jugadores que cumplían contrato. Al menos se ha fortificado la parcela defensiva, mermada ante las continuas lesiones de Savic y Giménez, pero no se ha fichado a ningún general y, sobre todo, no se ha fichado a los jugadores que quiere el entrenador, porque él, como nosotros, sabe que el fútbol se juego en el centro y se define en el área contraria. Y aquí estamos de nuevo, añorando lo mismo de todos los veranos.

jueves, 22 de junio de 2023

Vuelve la ilusión

Cada verano, los aficionados del Atleti viven una auténtica aventura de emociones con todos esos rumores que se van al limbo y todos esos fichajes a coste cero que el club termina regalando a su entrenador para que este haga su milagro de cada día. Cuando las operaciones de saldo estén cerradas y alguno de los titulares hayan volado a tierras más prósperas, los triperos de la información, dirán aquello de que el Atleti tiene la mejor plantilla de la historia y a correr. Si no se gana la Liga, como si antes de que llegar el de negro la hubiésemos ganado con mucha frecuencia, las culpas irán siempre a sus espaldas y los invictos de la pluma y la mano hueca sonreirán para sus adentros después que sus profecías hayan calado en la memoria colectiva.

Nos hemos acostumbrado tanto a los jugadores veteranos rebotados y sin contrato que incluso hemos de abrazarnos sabiendo que, de no haber sido descartado por el Barça, Griezmann jamás hubiese regresado al calor del hogar. Y es que dese que el francés, Rodri y Lucas, dejaron el club hace ahora cuatro años, más la baja de Thomas el año siguiente, el club solamente ha buscado en el mercado de oportunidades a sus sustitutos más preciados. De esta manera llegaron al club Herrera, Felipe, Kondogbia o Torreira. Incluso Witsel y Reguilón fueron nuestros regalos de verano el año pasado. Y si acaso pudimos festejar algo en algún momento fue la llegada de un Suárez pateado por el Barça y a cuyos goles nos agarramos para volver a ser muy felices el año en el que los campos estaban vacíos y nuestros corazones llenos de dicha.

Y aún así, el equipo sigue cumpliendo objetivos y sigue compitiendo en momentos puntuales. Se cae, claro que se cae, porque al final el talento es tan importante como el esfuerzo y aunque este raramente se negocia, si no tienes ese punto de calidad necesario en los lugares más imprescindibles, terminas por mirar hacia arriba y ver como son otros los que levantan las copas, pero si seguimos soñando es por una única y certera concreción y es que, hasta que se canse de que le bailen en la fiesta ajena, seguimos teniendo al mejor entrenador del mundo.

martes, 30 de mayo de 2023

Más entrenador que equipo

El equipo ha hecho una segunda vuelta espectacular, remontando incluso trece puntos al Real Madrid en aquella bárbara racha de victorias consecutivas que nos puso de cara el jugar de nuevo la Champions League la temporada que viene. Ya serán, con esta, once las temporadas consecutivas en las que el equipo vaya a participar en la máxima competición continental y es que Simeone ha conseguido que lo extraordinario se convierta en cotidiano y las quimeras ya no sean sueños sino realidades a base de competición.

Pero hay muchas veces a las que el equipo se le ven las costuras y eso nos hace dudar de si, realmente, está preparado para volver a competir de verdad en el torneo más exigente del planeta. Anoche, sin ir más lejos, el Atleti se pareció a un equipo pre Simeone, de esos que con destellos marcaba goles pero que no era capaz de contener el arreón del equipo rival y dejaba atrás el aplomo para convertirse en un flan. Los goles del Espanyol retrataron no sólo al portero, también a la línea defensiva y a una línea de medios que sabe hacer fluir la pelota pero que no sabe contener la fuerza del equipo rival.

Entonces, se preguntarán, si somos tan malos ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Pues porque tenemos un entrenador magnífico que sabe hacer competir a los futbolistas por encima de sus posibilidades. Eso sí, por muy dado a hacer milagros que sea, hay cosas que son imposibles de conseguir, como que Witsel sepa fijar una marca, que Koke no tenga físico para perseguir a los medios rivales, que De Paul guste más del adorno que de la sencillez y que Correa no sepa hacer fluir la pelota en la mediapunta. Y, sobre todo, no tiene toda la culpa de que toda la plantilla se lesione al menos una vez en la temporada con casos sangrantes en algunos futbolistas muy importantes.

Así que así estamos, con un entrenador increíble pero con una plantilla que cada vez es peor. Al contrario a lo que les pasa a sus colegas de profesión que viven en la élite, Simeone no puede contar con una mejor plantilla año tras año como sí lo hacen Guardiola, Ancellotti, Klopp o Tuchel. Mientras alguno de ellos desperdicia talento, nuestro Cholo saca su varita y vuelve a sacar un conejo de la chistera. El problema es que los conejos se acaban y algún día no habrá milagro. Entonces ya será tarde para pedir responsabilidades a quien realmente las merece.

jueves, 4 de mayo de 2023

El mejor equipo de la liga

Hace tiempo que no lo sentía así, pero por abrumadora sensación, el Atleti es, ahora mismo, el mejor equipo de la liga. Aún con el tropiezo inmerecido en Barcelona y con la rabia de no poder estar a punto de jugar una final de la Copa del Rey que yo creo que hubiésemos disputado de manera más que solvente. Quien nos lo iba a decir después de un inicio tan perturbador y un parón tan largo debido al mundial donde dos de nuestros futbolistas fueron campeones del mundo y pensábamos que tal acontecimiento les había saturado el hambre para el resto de sus carreras.

Pero es que ahora mismo, sin esperarlo, Molina es el mejor lateral de la liga y De Paul, sí, De Paul, uno de los mejores centrocampistas del momento. Eso sumado al extraordinario momento de un Koke del que dudó todo el mundo y la sensación de que Griezmann es el puto amo, ha convertido al Atleti en una orquesta sinfónica donde cada uno interpreta su partitura a la perfección y mientras dan una nota tras otra, disfrutan como niños en un patio de colegio.

Esta nueva obra maestra de Simeone se ha colocado segundo en la liga y nos deja la amarga sensación de que si hubieran disputado, como Dios manda, los cuatro primeros meses de la liga, quizá otro gallo estuviera cantando y el Barça no estaría ahora mismo a falta de un sólo partido para ser campeón. Porque este Atleti de velocidad de crucero y paredes en la frontal, da la sensación de poder ganarlo todo de aquí a final de liga y de haber regalado un campeonato que debería haber luchado hasta el final y, sin embargo, va a terminar como un tiro dejándonos una doble sensación de satisfacción por el juego final por un lado y de amargor por no haber llegado a este tramo con la seria posibilidad de haberle dado algún disgusto a los dos grandes de nuestro campeonato.

lunes, 17 de abril de 2023

Los caballeros de la angustia

En los años cuarenta, mientras el mundo se lamía las heridas de una guerra que no alcanzó a Sudamérica, la Argentina vivía sus años de esplendor recibiendo inmigrantes y exportando materias primas. Además, se había convertido, junto a Brasil, en el mayor vivero del mundo de futbolistas extraordinarios y, entre ellos, fue River Plate quien conjuntó a cinco tipos mágicos que, recitados de memoria y en orden de derecha a izquierda, se convirtieron en símbolo y seña de un país que buscaba la felicidad y la encontraba en el césped cada domingo.

Lá Maquina de River, formada por Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Lostau, fue bautizada así por un fútbol tan natural que parecía hasta mecánico. Cuando la pelota llegaba hasta su zona de influencia, brotaban las jugadas, las genialidades y, casi siempre, los asombros. Pero no siempre brotaban los goles, y por esa manera tan suya de ganar ajustado, gustándose más que definiéndose, pasaron a ser llamados, también, Los Caballeros de la Angustia, ya que era muy frecuente que partidos en los que habían dado un recital, terminasen con la tensión del resultado ajustado y el peligro del empate o la derrota surcando siempre los cielos ante la taquicardia del espectador.

El Atleti lleva varios partidos jugando con solvencia; dominando a su rival, ganando duelos, llegando al área y produciendo, al menos, una media docena de buenas ocasiones, pero todas terminan en el limbo y pese a que siempre marca al menos un gol, termina los partidos encogido, acordándose de las ocasiones falladas y acumulando gente detrás esperando a que el rival no acierte y el árbitro señale el final del partido. Todo eso jugando con nuestra salud y demostrando que la angustia viaja con el tiempo y que si le pudo a aquel maravilloso River por qué no iba a poder con el equipo con mayor literatura sufridora en la historia del fútbol.

jueves, 16 de marzo de 2023

Unocerismo

El unocerismo es tan contundente como incontestable; el unocerismo es portería vacía, son tres puntos, es bloque, es defensa, es aprovechamiento, es fútbol solidario, es una forma de vida que va con la desvergüenza y el valor torero, es arriesgar el botín y llevarse el tesoro a casa, es un grito de agonía compensado con una sonrisa duradera, es sufrimiento, sí, pero es sobre todo orgullo de pertenencia.

Porque este Atleti de unocerismo es un Atleti grande, un equipo de verdad en el que el entrenador hace su trabajo mientras los que mandan le ponen palos en la rueda de su bicicleta. Y aúna sí, escalando un Tourmalet temporada tras temporada, siempre está entre los mejores porque el mensaje estuvo claro desde el principio; fe, esfuerzo y categoría. Y ahí está el Atleti, con sus cien unos a cero desde que le entrena Simeone que significan fe, esfuerzo, categoría y señas de identidad.

Esas señas que tanto tiempo estuvieron puestas en entredicho y que ahora son credo a seguir después de que el líder de la liga haya conseguido este resultado en casi una decena de ocasiones. Y es, que más allá de los estilos, lo que nos gusta, a todos, es ganar. Por eso, es mejor permanecer callado a tiempo antes de que el futuro te de una patada en la boca. Ayer decía un tuitero que estos cien unos a cero significan trescientos puntos, cien goles a favor y cero goles en contra. Con semejantes datos encima de la mesa ¿Quién se atreve a criticarlo?

jueves, 23 de febrero de 2023

Callaron

Cuando nos robaron el club y lo utilizaron como trampolín para la política, cuando nos mandaron a segunda por interés económico jugando con nuestros sentimientos, cuando el discurso victimista les hizo parecer inocentes, cuando arrasaron con la idiosincrasia y nos hicieron creer que aquello del pupas no era una leyenda sino una verdad a la que aferrarse, cuando no quedaba nada porque ellos ya se lo habían llevado todo, callaron.

Cuando nos dejaron sin estadio y nos mandaron a una sala de conciertos en mitad de un descampado donde sólo se escucha el eco de los aviones y donde se perdió el espíritu de un equipo que siempre trataba de navegar contracorriente, cuando las rayas nacieron machadas o torcidas, cuando el Calderón fue arrasado por máquinas para dejar de ser un templo y convertirse en un meme, cuando perdimos nuestra casa y ellos ganaron un pelotazo, callaron.

Y ahora que el club les quiere cerrar la boca siguen callando en el estadio mientras montan la tremolina en las afueras. Se quejan de que silban sus protestas cuando realmente les silban a ellos. Ahora que Gil Marín les ha colado una Comisión Social de pegote, patalean porque quieren su cuota y quieren, sobre todo, su poder. Yo también quiero que vuelva nuestro escudo, yo también quiero que se quede Simeone y, sobre todo, yo también quiero que se vayan Gil y Cerezo, pero también quería quedarme en el Calderón y, sobre todo, también quería que el Atleti siguiese siendo de sus socios. Pero cuando cometieron el delito, ellos callaron.

viernes, 10 de febrero de 2023

Falta fútbol

Dicen que al Atleti le hace falta competir mejor y yo digo que, aparte de que sea cierto, lo que realmente le falta es fútbol, porque siendo un candidato a las cotas altas, resulta muy difícil entender como jugando ante el penúltimo y teniendo el balón durante más del setenta por ciento, jugado en campo contrario gran parte del partido y filtrando pases entre cuartos sin cesar, no seamos capaz de ganar por más que se haya intentado.

Es difícil de entender pero fácil de explicar en cuanto al contexto sencillo y es que cuando el Atleti tuvo buenos jugadores ganó y ahora que no los tiene tan buenos no es capaz de hacerlo ¿Competir? Si aún con las sobras de otros equipos somos capaces de seguir manteniéndonos en el cuarto lugar, no creo que sea un problema exclusivo de competitividad, y es que tú le puedes pedir a un jugador que corra durante todo el partido, pero si a la hora de elegir no es capaz de dar un pase a un compañero situado a metro y medio de él, entonces el problema es mucho mayor que el competitivo.

La liga de 2021, último gran título que conseguimos, se explica desde un lateral derecho que ejercía de mediocentro en la banda, de un exterior diestro en un estado de forma sublime y de un delantero centro que conocía el oficio como ninguno. Luego estuvo Koke, en uno de sus mejores años, y la línea de seguridad formada por Oblak, Savic y Giménez en su último gran pico de forma. Hoy Trippier da clases en Inglaterra, Morata no es Suárez por más que lo intente, Koke ha bajado el pistón, Oblak es una sombra y la pareja de centrales están más tiempo en la enfermería que en el césped. Si sumamos a ello un Carrasco en plan sinvergüenza y un Correo en proceso de desmotivación, nos sale un equipo cada vez peor que se va reforzando con parches belgas y merengones en lugar de con jugadores competentes que te ayuden a no bajar del escalón más alto. Y cuando falla el fútbol, siempre, siempre, fallan los resultados.

miércoles, 1 de febrero de 2023

Involución

Hace doce años éramos guasa y comparsa, éramos tímidos y timoratos, éramos malos en el juego y unas madres en la competición, no alcanzábamos objetivos y los grandes nos ganaban con la facilidad de quien se abrocha unas zapatillas de velcro. Europa era quimera y la Champions un sueño húmedo del que despertábamos tras derrotas inconcebibles. Vendíamos a nuestros mejores jugadores y llenábamos el vestuario de medianías que no sabían ni la historia del equipo ni el valor del escudo. Éramos casi, casi, el peor Atleti de la historia.

Cuando llegó Simeone empezamos a ser temidos e insultados, comenzamos a ser valientes y osados, éramos competitivos como pocos y canallas como ninguno, los objetivos empezaron a quedarse pequeños y los grandes no nos querían ni ver porque éramos su peor grano en el culo. Europa se convirtió en nuestra lugar de ocio y aunque seguíamos vendiendo a nuestros mejores jugadores, manteníamos unos mimbres que nos hacían seguir lanzados hacia adelante. Éramos, casi, casi, el mejor Atleti de la historia.

Pero cuando una sociedad está en manos de traficantes de sueños y de delincuentes prescritos, lo más seguro es que los sueños terminen convirtiéndose en añoranzas imposibles. Volvemos a ser comparsa, volvemos a ver pasar la pelota delante sin saber cómo robarla, los grandes nos vuelven a ganar y nos hemos ido de la Champions sin habernos enterado de haberla jugado. El vestuario está lleno de medianías y la afición, huérfana de estadio y escudo, se ha enfrascado en una guerra civil sin una solución visible. Esto es lo que se llama una verdadera involución.

lunes, 23 de enero de 2023

El peor partido en el peor momento

Lo he dicho mil veces y lo repito; odio jugar contra el Real Madrid. Las semanas de derbi, para mí, son un tormento en el que florecen las sonrisas socarronas y las palmaditas condolescientes en la espalda que durante años me han recibido cada lunes y tras las que sólo me quedaban dos opciones; o no hacerles ni puto caso o mandarles a la puta mierda. Y mientras mascullo qué es lo que haré el viernes, hago parte de asistencia conmigo mismo y preveo que no les vamos a ganar porque ellos no están tan mal como dicen y nosotros no estamos tan bien como nos venden.

Además, jugamos en su puta casa y allí vamos a jugar, como siempre, contra trece. Y no soy yo de esos a los que les gusta llorar ni poner vendas innecesarias, pero me juego un meñique a que el árbitro del partido sale de la terna de los Munueras, González Fuertes, Gil Manzano o Cuadra Fernández. Porque siempre son los mismos los encargados de darnos el estoque y siempre son los mismos los que miran para otro lado cuando deben mirar al frente en esas jugaditas que parecen tontas pero que poco a poco te van minando la moral.

Y sin Llorente, que no es que sea de los mejores jugadores del mundo, pero sabe lo que tiene que hacer y había empezado el año como una moto, y con Koke en proceso de autodestrucción física y con menos gol que el Cádiz y dos centrales que distan mucho de ser la pareja ideal que nos prometieron. Y, aún, así, vamos a competir, lo sé, pero no les vamos a poder ganar por una cuestión de lógica deportiva y es que si durante años estuvimos a su altura gracias a nuestra capacidad y talento, ahora estamos igual que hace doce años, antes de que llegara el Cholo y es que ellos son mucho mejor que nosotros. Es así. Tanto trabajo para terminar involucionando. Esto es el Atleti de los Gil.

lunes, 16 de enero de 2023

Todas las culpas al mismo

Lucas es indiscutible en el Bayern Munich, Rodri es capital en el Manchester City y Thomas es el jugador fundamental del Arsenal, cuyo único partido perdido coincide con el único partido en el que Arteta no pudo contar con él. Estos tres jugadores, hoy en día, nos los imaginamos de rojiblanco y se nos caen las lágrimas. Y el caso es que los tuvimos. Uno fue vendido por ochenta, otro por setenta y el último por cincuenta. En sustitución de ellos, el club fichó a Mario Hermoso, Héctor Herrera y Geoffrey Kondogbia. Y aún así, con estos y sin aquellos, Diego Pablo ganó una liga.

Una liga en la que fueron capitales Trippier y Luis Suárez. Al primero lo regalaron al que hoy va tercer clasificado en la Premier, donde es pieza fundamental y el segundo se vino abajo por la edad y las lesiones, pero decidieron que sus piezas sustitutivas fuesen Nahuel Molina y Álvaro Morata. Ante la marcha de Joao y Cunha en invierno, no se ha fichado nada, ha aparecido Barrios como un soplo de aire fresco y no nos podemos agarrar a nada más porque no tenemos nada más.

Los centrales titulares son dos golfos que se pasan la temporada en la grada y los suplentes son de un nivel tan bajo que llega un Almería cualquiera y de un balón cruzado te saca un gol. El medio campo es un parcheado sin tensión ni comunión con jugadores poco inteligentes que no saben ni cuando están en fuera de juego y los delanteros tienen el gol apuntado en el último lugar de la lista de tareas pendientes. El equipo es cada vez peor y, por ende, juega cada vez peor. Y, aviso de spoiler: va a jugar todavía cada vez peor. Pero nosotros vamos a pelearnos y, sobre todo, vamos a echarle todos todas las culpas al mismo. Justo al que menos culpa tiene.

lunes, 9 de enero de 2023

Veinte minutos mirando

Llevo horas escuchando un análisis demasiado sesudo pero no muy cierto porque es verdad que el Atleti mereció más pero no es menos verdad que encontró lo que salió a buscar porque si no nos meten gol no somos capaces de ofrecer un planteamiento mínimamente ofensivo, si no nos vemos por detrás no entran las urgencias, porque dio la impresión de que el empate era un mal menor desde el principio y que la ambición, al menos la inicial, se había quedado descansando dentro del vestuario.

Y es que el Atleti se pasó veinte minutos mirando como el Barcelona se pasaba la pelota, veinte minutos en los que nos vino a decir, aquí estamos, si pillamos una la intentamos aprovechar y mientras tanto damos la impresión de que ganar nos importa más bien poco, porque en esos veinte minutos el Atleti apenas fue capaz de encadenar tres pases mientras Pedri se hacía dueño de la situación y nuestro centro del campo miraba esperando que fuesen los defensores quienes actuasen como apagafuegos.

Y claro, a los veinte minutos llegó el gol, y luego todo fueron prisas. Y llegaron setenta minutos restantes en los que el Atleti apretó, insistió, llegó y no fue capaz de marcar, pero dejó la impresión de que si nos marcan en el treinta, en el cuarenta o incluso en el ochenta, el equipo hubiese estado mirando todo ese tiempo como el Barça se pasaba el balón sin ser capaces de hacernos saber lo que ahora creemos y es que si se hubiese ido a por el partido desde el principio se podría haber ganado.