lunes, 30 de enero de 2012

No quiero despertar

Resulta demasiado difícil conciliar la vida laboral y familiar con la vida social; cuando dedicas la mayor parte de tu tiempo a tu trabajo y decides que, por obligación sentimental, el resto de tu tiempo libre debe ir a parar a tu mujer y a tu hijo, es cuando te das cuenta de que los proyectos, como fruta madura, terminan por caer del árbol. Siempre hay un minuto para volver a plantar una semilla y hacer que reverdezcan los frutos; se puede buscar un motivo, lo complicado es encontrar una motivación.

El Atleti, al igual que yo, ha estado durante meses dando tumbos. Enfrascado en pequeñas batallas contra sí mismo, ha perdido demasiado tiempo pensando en qué debería ser sin haberse dado cuenta de lo que realmente es. Yo he decidido volver a rescatar un minuto para mis proyectos y el Atleti ha decidido rescatar ese hilo invisible que durante años le unió a la grada y que, por su propia insensatez, había decidido cortar por la mitad.

Más allá de dueños ilegítimos, que haberlos haylos, el equipo ha desenterrado un hacha para mirar a los ojos de la gente. Puede que sea un espejismo, pero este sueño empieza a gustarme tanto que temo despertar a medianoche con un sudor frío y un cuatro a cero en el Reyno de Navarra. No es una plaza propica; históricamente, los sanfermines navarros se han saldado con media docena de volteretas y alguna cornada bastante profunda. Los garbanzos se ganan en los garbanzales, y allí debe regresar el equipo para rasgarse la piel en busca de su historia. No quiero despertar. Por favor, no volváis a despertarme.

1 comentario:

Jose I. Fernández dijo...

Creo que tres simples partidos es demasiado pronto para hablar de sueños y de equipos que miran a los ojos de la gente.
Un sueño fue ganar la UEFA y la Supercup, y nos despertaron de una bofetada al año siguiente desmantelando al equipo.
Confío en que puedan acabar el año en Champions (ganando hoy sólo son dos puntos).
¿Pero y el año que viene qué? Sin Diego, quizá sin Courtois... Cada temporada a volver a empezar... Con esta directiva es imposible soñar a largo plazo.