lunes, 15 de octubre de 2012

La soga en casa del ahorcado

Nadie puede poner en duda la influencia que la prensa tiene sobrel a opinión pública, nadie puede poner en duda que la opinión pública es manipulable, que las voces hacen más ruido que los silencios y que la razón, por valiosa, peca demasiadas veces de imprudente como para ser considerada en cuenta. El ruido, las nueces y la prensa deportiva han generado un compendio de intereses en el que el más fuerte sube a lo más alto y tiene patente de corso para pisotear a todo aquello que le sea molesto.

Una de las primeras premisas de la prensa partidista es la de ningunear al equipo contrario. Para hacerlo, bastan frases sibilinas que, no por ser frases hechas a un periodismo parcial dejan de ser estúpidas y dañinas para quien realmente siente una pasión ajena a ellos. La frase "A Falcao el Atleti se le queda pequeño" se ha puesto tan de moda que en las tertulias de cerveza y cacahuete y en las de máquina de café en oficina, se ha convertido en un axioma repetitivo. Lo que ahora le pasa a Falcao, antes le ocurrió a Agüero y antes le ocurrió a Torres. A todos el Atlético se le queda pequeño. Para todos, casualmente, el jugador debería vestir la camiseta del vecino de enfrente.

Hablan de pactos, de frases de padre, de silencios del dúo prescrito y de ofertas desorbitantes. Hablan de todo, pero a nadie la apetece poner en portada a Falcao cuando dice "Que su sueño es seguir ganando títulos con el Atleti". Ya sé que hubo otro que dijo aquello que "Ni en pedo". Todo el mundo es suceptible de utilizar la mentira como arma de defensa y que a veces el renuncio te pilla en paños menores cuando te demuestran que dices diego donde dijiste digo, pero ¿De cuántas mentiras se alimenta la prensa? Las alimañas omiten portadas cuando el Atleti es líder o cuando bate un record de victorias consecutivas en Europa. Pero las alimañas ven carne fresca cuando creen que un jugador no juega donde debe jugar. Porque para las alimañas no hay mayor manera de dañar que mentando la soga en casa del ahorcado.

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