miércoles, 8 de julio de 2015

Bloquear por sistema

Érase un hombre malo que prostituyó un club. Un hombre sin escrúpulos que jugó a ser Dios y fue frenado en seco por los poderes tácitos. Un tipo sin conciencia ni remordimientos que engañó a una masa, jugó con las ilusiones de un millón de infelices y se tiró de cabeza sabiendo que abajo le esperaba un colchón de billetes. Cuando los billetes y el club se fueron al garete, los tribunales dictaron sentencia en contra, pero para entonces la llama de la ilusión se había apagado, el club, usado como un juguete, agonizaba y el delito ya estaba prescrito por lo que el tipo y su hijo pudieron seguir jugando a policías y ladrones como si nada hubiese pasado.

Érase un grupo de tipos que pusieron el sentimiento por delante y el pasado como representación. Un equipo de valientes que se juntaron en sociedad y miraron al futuro mientras otros derivaban continuamente en el presente. Una panda de hombres con afición por la legalidad y lágrima fácil por el valor de su equipo. Una gente que denunciaba lo que consideraba ilegítimo y luchaba ferozmente contra los elementos. Era una asociación que, a base de señales de humo, le iba gritando al mundo las veleidades del gilismo mientras el mundo giraba el viento para apagar su lágrima y su voz.

Y érase un tercero en discordia, un cuarto poder con pocas ganas de contar la verdad y sí de seguir alimentando mitos cargados de mentira. Estómagos agradecidos que paseaban su pluma para dar sesiones de baño y masaje a los que mandan y que, cuando veían como los chicos de "Señales de Humo" se esforzaban en su lucha en favor de la justicia, se arremangaban con ahínco antes de coger su pluma y escribir, con premeditación y alevosía, que el trabajo de la poco agradecida oposición al poder no consistía en otra cosa que no fuese el "bloquear por sistema" el buen rumbo de la nave. Una perniciosa manera de decir que les sigue interesando un Atlético a punto de derrumbarse que un verdadero y molesto rival para el gigante que lo acapara todo.

No hay comentarios: