lunes, 3 de agosto de 2020

Cuenta atrás

Una de esas canciones que llenan de sonido el estadio y que deja a las claras el sueño mojado de la afición del Atleti es esa que dice "Dale alegría, alegría a mi corazón, la Liga de Campeones es mi obsesión". No hay mayor declaración de intenciones ni mayor manera de decirle al equipo que deben dar hasta la última gota de sudor en pos de nuestro sueño. No hay motivo mayor para perder el sueño que esa Copa que todos estamos deseando tirar al río.

Obsesión no es obligación, no es compromiso irrefutable, no es condición sine qua non. En uno de los más memorables tifos que salió desde lo alto del estadio, en nuestra gran última noche en casa, les dijimos a ellos que estábamos "Orgullosos de no ser como vosotros", lo que viene a decir que queremos que nuestro equipo gane, pero no le queremos porque gane. Y en la obsesión por la Liga de Campeones hay implícito un contrato de obliga a darlo todo, pero sin perdemos, podremos bailar bajo la lluvia, como aquella noche, porque lo que importa es la honra hacia el escudo no el mero resultado.

Así que así estamos hoy. Soñando con un Atleti intenso, directo y contumaz y pensando mil maneras de meterle mano al Leipzig. Obsesionados con esa copa que nos quita el sueño, con esos tres partidos que parecen cortos pero es lo más parecido a un viaje hacia los confines y con ese minuto cero que se acerca pero nunca llega. Empieza la cuenta atrás. Esta semana regresa la Champions, pronto regresaremos nosotros. Pronto volveremos a cantar, esta vez desde casa, que esa copa es nuestra obsesión y que nuestro equipo es nuestra pasión.

No hay comentarios: