miércoles, 5 de mayo de 2021

Último cartucho

El partido del sábado ha tomado la connotación de cara o cruz, y si hemos llegado a esta situación ha sido más por nuestro propio miedo que por nuestra propia ambición, porque el equipo fue cayendo del pedestal poco a poco, primero con derrotas inmerecidas, después con empates trabajados y finalmente con pérdidas desesperantes. Y de esta manera, después de pasar las de Caín en Elche, nos presentamos en Barcelona con el bagaje de un partido de los últimos cinco ganados fuera de casa y de quince años sin ganar en el Camp Nou.

No invita a ser optimista ni mucho menos lo expuesto pero, al menos queda el recurso del último cartucho para saber que es un partido en el que hay que salir a vida o muerte, no queda otra. Nos pueden ganar, porque ya lo han hecho muchas veces, porque tienen a un tipo que nos ha metido más de treinta goles, porque tienen la historia y la inercia a su favor y porque, vamos a ser claros, tienen jugadores más decisivos en los metros finales.

¿Y nosotros? ¿Qué tenemos? Sobre todo mucho miedo a ganar. Se vio en Elche, cuando el equipo comenzó como un tiro, cuando dictó un monólogo de media hora con intensidad, ganas y fútbol, pero que, cuando anotó el gol, de repente supo que podía perderlo todo y entraron los nervios y la necesidad de no perder. Y casi se pierde. La suerte, jugando así, no va a acompañar siempre. La suerte, saliendo a ganar como se salió en Elche, generalmente te termina sonriendo porque el deporte es más para osados que para timoratos. El miedo que tengo es que desconozco qué Atleti veremos.

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