jueves, 25 de abril de 2024

Conformismo

Los asiduos a este blog, que son pocos, creerán que tengo alguna especie de cruzada contra Rodrigo De Paul y lo cierto es que no soy muy dado a vilipendiar a futbolistas que defiendan la camiseta del Atleti porque mientras eso sucede les considero uno de los míos y cuando acudo a verlos mi primer sentimiento es el de animarlos por encima de criticarlos, pero no es menos cierto que el argentino no ha terminado de caer de pie y que no le ayuda ni lo que hace fuera del campo ni lo que dice fuera de él.

Vamos a obviar, por ser pasado, aquel plantón que le dio al club cuando Messi le invitó a su fiesta, pero no vamos a obviar, esta vez, su conformismo en las últimas declaraciones en la gala de entrega de los premios Laureus donde tuvo la desfachatez de decir que esta ha sido una buena temporada. Y la culpa no es suya, no lo vayamos a creer, la culpa es de un discurso que ha calado en el vestuario en el que se cita un objetivo y, si se cumple, todos tan contentos porque hemos cumplido el expediente aunque hayamos hecho el ridículo en una docena de estadios durante la temporada.

Hace tan sólo siete años, después de caer eliminados en la fase de grupos de la Champions, Gabi, capitán con mando en plaza, salió a los medios para decir que la Europa League le parecía una mierda. Y no era una forma de despreciar el torneo sino una manera de decir que el Atleti debería aspirar a más y que en el vestuario se rasgaban las vestiduras ante el fracaso. Pasado el tiempo, no queda ni rastro de esa exigencia, el equipo cae en la monotonía de la derrota y, como aún está tiempo de quedar cuarto, se dice en voz alta que ha sido una buena temporada. Lo habrá sido para ti, hijo mío, porque para mí ha sido un puñetero tormento.

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