viernes, 25 de mayo de 2012

Hora de pedir perdón

Me equivoqué, y mucho, fui demasiado visceral, demasiado jocoso, demasiado injusto. La costumbre de verme cada verano abocado a la desilusión me hizo generar bilis, pragmatizar mi discurso y tirar por la línea recta que seguía toda lo opinión general, descalificar era fácil y desconfiar era normal porque ya nos la habían metido hasta el fondo en más de una ocasión, y despertar con ese dolor a veces duele, y mucho.

Pero rectificar dicen que es de sabios. Yo no me considero así, pero sí creo tener un ápice de coherencia a veces y demasiado sentido de la culpabilidad la mayoría de las ocasiones. Durante el verano pasado, mientras la vorágine de los fichajes y las presentaciones alumbraban las portadas de nuestra infame prensa deportiva, califiqué el fichaje de Adrián López como "un fichaje de segunda". A la vista está que me equivoqué. Me fijé en los números, recordé pobres actuaciones y descalifiqué al chaval sin haberle dado la oportunidad de demostrar que era un futbolista de primer nivel.

A fé que lo es. Y es por ello que hoy genuflexiono mi discurso y le solicito un perdón que seguramente no merezco. Me lancé al pozo de la desconfianza antes de tiempo y hablé con soberbia. Adrián no ha sido un fichaje de segunda, si no uno de los mejores fichajes del Atleti en los últimos tiempos. Es liviano, sí, pero es extremadamente inteligente, sabe jugar al fútbol con todos los puntos conceptuales que ello conlleva y, además, ha demostrado una profesionalidad que casi todos dábamos por inexistente. Adrián no es de segunda, Adrián es jugador de primera. Un jugador para la Eurocopa.

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