martes, 8 de noviembre de 2022

Guerra civil

Resulta que ahora a todos les gusta ganar. Hombre, pues claro. Pero todos ellos, o muchos, al menos, han olvidado gracias a quien hemos ganado más que antes durante esta última década y, sobre todo, olvidan que cuantos mejores jugadores se han tenido, más se ha ganado y que los milagros, aparte de los muchos que ya hizo, alguno no muy lejano, están en la biblia y que el césped, ese maldito juez que dictamina quien realmente está capacitado para triunfar, está dictando una dura sentencia contra nosotros.

Todo esto en una época en la que el vecino gana mucho y, claro, eso jode todavía más porque hay que aguantarles en la calle, en la oficina, en el portal, en el bar o en las emisoras de radio. Y eso cuesta mucho. Y les gustaría ser como ellos, claro, pero no tienen en cuenta que si el Atleti hubiese tenido a Modric o a Benzema durante un tiempo, no hubiesen aguantado más de dos temporadas en el equipo porque los hubiesen vendido como ya hicieron con Torres, con Agüero, con Falcao, con Filipe, con Diego Costa, con Arda, con Rodri, con Griezmann o con Thomas.

Porque en el Atleti, la estabilidad, sólo cuenta si está en la cuenta corriente de los que mandan. Ambos han subido posiciones en la lista Forbes mientras el club se desangra sin un sólo jugador con la mínima personalidad para tirar del equipo hacia arriba. El equipo cada vez en peor y al final, el pato lo paga el entrenador, ese mismo que, sin sus mejores futbolistas, año tras año, ha conseguido meter al equipo entre los tres primeros. "Necesitamos una estabilidad de diez años jugando Champions" ¿Recuerdan? Pues otra gran mentira. Y mientras tanto, nosotros en guerra civil interna porque el entrenador no pone al delantero portugués.

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