miércoles, 19 de septiembre de 2018

Una cosa clara

Dejemos una cosa clara. El Atleti está jugando muy mal al fútbol. Si partimos desde la realidad, quizá sea más difícil para todos afrontar las esperanzas. El lado negativo indica que jugando así no se tardará en tirar la temporada por la borda, el positivo, por otro lado, indica que, a partir de aquí, sólo se puede mejorar. Más que nada, porque jugar peor es casi imposible.

El Mónaco es un equipo menor. No quiero menospreciar a un equipo que hace dos temporadas alcanzó las semifinales de la Champions League, pero si hago tal afirmación es en base a un análisis objetivo. El equipo que ayer jugó contra el Atlético tiene graves carencias en la creación y graves desajustes en la contención. Y aún así, obligó al Atleti a terminar pidiendo la hora.

Porque el Atleti pareció cualquier cosa menos un buen equipo de fútbol. Se comportó como una banda que tocaba sin criterio y que solo robaba la pelota cuando su rival se la regalaba. Le valió un mal partido para curar el mal de la victoria, pero no debería engañarse porque jugando así, lo más fácil es que vuelva a perder, que vuelva a lamentarse, que volvamos todos a dividirnos en ese maldito barco que han fabricado los ciegos de objetividad. Decir la verdad no significa ser menos del Atleti.

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