miércoles, 11 de abril de 2012

Memorias de un pesimista

El tiempo, futbolísticamente hablando, me ha convertido en un tipo pesimista. Normalmente estoy más huraño de lo normal cada vez que se acercan estos partidos de transcendencia emocional; prefiero aislarme de los comentarios, impermeabilizarme ante los pronósticos y, sobre todo, no pensar en todas las derrotas anteriores. Desgraciadamente, esto último resulta demasiado difícil. Son ya demasiados años aguantando chanzas y leyendo crónicas preescritas. No puedo levantar la cabeza y asegurar que esta vez sí será la buena porque, dolorosamente, no lo siento así.

Mis primeros grandes recuerdos datan de un par de cero a cuatros en el Bernabéu. En el ochenta y cinco cuando el vecino andaba pendiente de remontadas entre semana y en el ochenta y siete cuando ya habían formado un equipo formidable. Puede viajar mi memoria mucho más atrás, quizá a un tres a uno en el ochenta y uno con un jugador llamado Dirceu que le pegaba a la pelota como los ángeles. Pero ahí solamente tenía cinco años. Ya era del Atleti, sí, pero no empecé a vivir la rivalidad con pasión hasta que Hugo Sánchez (una camiseta rojiblanca con el número nueve en su honor aún duerme en un cajón de mi casa) se cambió de acera.

Empezó entonces una batalla encarnizada contra mí mismo en pos de evitar morir de nerviosismo en cada previa de derbi. Mi adolescencia se dibujó con duelos al sol entre Futre y Chendo y con goles de Manolo a Buyo. Creía que aquella copa del noventa y dos podía ser el comienzo de algo grande, pero no fue más que un canto del cisne que fue apagando la luz de mi consciencia poco a poco hasta dejar a oscuras mi ilusión en cada víspera de partido del año. La gestión empequeñeció al club; los anuncios, el infierno, las dudas, las derrotas, el conformismo y el mirar hacia otro lado. Todo ello llevó al Atleti a un proceso de autodestrucción en el que aún salen volando esquirlas por los aires en forma de ridículo. Cuando se acabó la exigencia, se acabó la grandeza. Son ya más de doce años sin ganarle al Madrid ¿Qué me puede hacer pensar que este año sí?

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