martes, 31 de marzo de 2015

Largo plazo

La renovación de Simeone pone de manifiesto la unanimidad con la que la masa social ha recibido la noticia; algarabía general. El hecho, por extraordinario en un equipo que ha acostumbrado a devorar nombres a lo largo de su etapa más oscura, supone el punto final al verso que iniciaron como punto de inflexión. Desde que llegó Simeone atrajo consigo toda la responsabilidad y con los éxitos y el trabajo se ha convertido en la única voz autorizada a la hora de declinar el verbo rojiblanco.

Trabajar a largo plazo significa crecer. Con el objetivo de mantenerse en el estatus alcanzado como primera prioridad, la tranquilidad de saberse dirigido por un líder ayudará a las huestes a predicar la fe del cholismo. No será fácil. Teniendo en cuenta que el equipo seguirá siendo pequeño económicamente respecto a los gigantes del continente, Tebas mediante, el esfuerzo tendrá que ser el doble para que la recompensa nos satisfaga con el doble de felicidad. Trabajar y soñar el doble supondrá un esfuerzo que, algunas veces, no se verá recompensado. Este mismo año hemos vivido un bajón respecto al glorioso curso anterior que los medios achacan a factores etéreos pero que nosotros sabemos que son debidos a que nos han debilitado y, aún así, seguimos escalando el Everest sin sherpas ni arneses.

El largo plazo, en el Atleti, signfica casi un milagro. Significa un sueño que, aún con todo lo logrado, aún está a medias de cumplir. Porque significa seguir soñando más fuerte, seguir haciéndolo mientras otros duermen, seguir viviendo partido a partido y viviéndolo latido a latido. El largo plazo, el cholismo, el trabajo, la fe que mueve montañas, la mosca cojonera con la que nadie se querrá encontrar. El estímulo necesario para que la profecía que nació un día desde el título de este blog siga lantente en el presente y en el futuro. Volvimos y necesitamos mantenernos. Queremos mantenernos. Queremos ser grandes a largo plazo.

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