martes, 29 de enero de 2019

Atléticos somos todos

Podemos ser más altos, más bajos, más rubios, más morenos, hombres, mujeres, sentimentales, pragmáticos, soñadores o irreverentes. Podemos ser de aquí, o de allí, podemos permitirnos viajes o no podemos permitirnos un abono, podemos gritar un gol o guardar silencio en una derrota, podemos sacar pecho con orgullo o dejar volar la ensoñación mientras entonamos el irreversible "otra vez será". Podemos asimilar la derrota, aprender de la victoria, pavonear, sumar, restar, dividir, multiplicar. Podemos perder y podemos ganar.

Nos puede gustar Morata más o menos, nos puede doler en el alma su pasado o nos puede dar absolutamente igual, podemos admirar al Real Madrid y sentir indeferencia o podemos cambiar nuestro ánimo cada vez que le vemos ganar, podemos odiarlo profundamente o podemos ningunearlo en la palabra, podemos amar al Cholo, podemos criticarlo o podemos endiosarlo, podemos repetir mantras o resucitar fantasmas. Podemos hablar y podemos callar.

No me gustan los repartidores de carnets. Estoy seguro de que a muchos de ellos no les gusto yo. Da igual, mi afición al Atleti no es por ellos sino por el equipo. Cada uno tenemos nuestra situación y cada uno tenemos nuestro sentimiento. No voy a entrar en valoraciones personales; aquí, cada uno, es capaz de hacer renacer sus propios espectros. A mí Morata me parece un jugdor válido como a otros les parece una ofensa. Bien, les entiendo. Pero, más allá de valoraciones en caliente y análisis sectarios, hay una cosa en común que nos une a todos y es que todos queremos que gane el Atleti. Porque aquí, de una manera u otra, cabemos todos, porque Atléticos somos todos. No existe una única manera válida de ser de un equipo.

No hay comentarios: