
No creo que se menosprecie al Leganés. En esta liga nuestra donde los de abajo han subido dos peldaños, ningún partido es difícil. Pero no es menos cierto que, llegado cierto tramo de la temporada, conviene dosificar esfuerzos y el reto al que se enfrenta el Atleti entre semana es de dimensiones sobreimpactantes. No se trata sólo de vencerle al tiempo, se trata de vencer a los elementos y, una vez más a la historia. Por eso se necesitarán piernas frescas y mentes lúcidas.
Ante estas premisas, no hay que olvidar nunca que, el mejor impulso de cara a conseguir una victoria, es otra victoria. Porque ganar refuerza la moral y engrandece el ánimo. Nadie duda de que el Atleti va a competir hasta el extremo en Turín, pero siempre es mejor llegar con el ánimo encendido antes de que la luz de la duda en intermitencia. Para apagar los pensamientos condicionantes hay que seguir ganando, seguir reforzándose y seguir queriendo saber que todo puede ser posible. Porque los milagros no existen sin fe, trabajo.
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