lunes, 27 de julio de 2020

Cuando no pasa nada

Cuando no pasa nada pensamos en que pasen cosas, deseamos un momento, buscamos un recuerdo, apostamos por un suceso. Cuando no pasa nada nos venden humo y nos castigan con incertidumbre, porque cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo y porque cuanto más tiempo pase sin que ocurra nada, más tiempo tendremos para jugar a las elucubraciones.

Cuando no pasa nada nos pasamos el día entretenidos en cosas nimias y sin sentido; fotos en Instagram de tipos en vacaciones sin un balón de por medio, noticias sin atisbo de verosimilitud, declaraciones sacadas de contexto, intentos de provocación sin sentido y, sobre todo, un colapso de noticias del otro equipo de la ciudad y que no nos interesan nada.

Cuando no pasa nada pensamos en el Leipzig, en sus laterales ofensivos, en las transiciones rápidas que tanto gustan a Nagelsmann, en el juego directo hacia la velocidad de sus puntas. No estará Werner, pero seguirán siendo rápidos, incesantes, mordaces. No tienen nada que perder y nosotros no tenemos otra cosa en la que pensar. No quiero tener miedo, prefiero la esperanza, pero cuando no pasa nada, hasta los terrores son la compañía más habitual.

No hay comentarios: