lunes, 20 de julio de 2020

Fin de liga

Se acabó, por fin, una liga extraña, una liga donde se cumplió el objetivo, se quedó tercero, pero también una liga donde, aún quedando en el podio, se hizo la puntuación más baja desde que Simeone ha completado temporadas enteras, lo que viene a decir que, quizá, con un poquito más de puntería hubiésemos sido capaces de tocar un rato las narices a los dos de arriba.

Pero faltó gol y faltó fútbol y cuando hubo una cosa no hubo la otra y así es muy difícil alcanzar una regularidad. Fue una temporada difícil, donde el equipo tuvo que hacer frente a muchas novedades y a la ausencia de tipos que tenían mucho peso en el vestuario. En tres años se habían ido marchando referentes como Gabi, Torres, Godín, Filipe o Juanfran, lo que es la vieja guardia pretoriana del emperador. Así es difícil volver a conquistar, lo peor es que, en algún partido, dio la impresión de no haber ganas de seguir conquistando.

Se acaba la liga donde los impacientes silbaron al Cholo y donde los ignorantes silbaron a Koke. La liga en la que Morata demostró su implicación pero su nulo olfato de gol, en la que Costa terminó de ser una esperanza para convertirse en desesperanza y en la que Lemar y Vitolo se convirtieron, de una vez por todas, en deshechos de tienta. Se sigue esperando a Joao Félix y se sigue esperando, sobre todo, un timón en el medio y un killer arriba. Sin ello, la próxima temporada volverá a ser un quiero y no puedo. Y regresarán los silbidos, los malos gestos y, una vez más, la desesperación.

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