
Por la noticia, como debe ser que compromete más de lo que debe, se pasa de puntilla, se pone en circulación un titular escueto, un ahí queda eso pero no pasa nada, una palmadita en la espalda y una café con porras en casa de Toni Soprano. Así funciona la prensa, así funciona el Atleti.
Cien millones de euros menos significarían cien millones de oportunidades menos de luchar por seguir la estela de los imposibles, cien millones de niños menos que se fijarán en el equipo cuando lo vean por el televisor, cien millones de almas rotas por el contínuo fracaso, cien millones de advertencias de "o cambiais el rumbo u os vais a tomar por saco". Cuando todo estalle, cuando los ilegítimos sigan y el Atleti haya muerto, todos dirán que se veía venir. Pero nadie nos dice nada. Es mucho mejor vender cien millones de vajillas que denunciar una pérdida de cien millones de euros.
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