jueves, 14 de julio de 2011

Al Atleti ni en pedo

Dentro de los valores que me inculcaron desde pequeño estaba aquella premisa que me obligaba a mostrarme convencido ante una mano tendida y capacitado para aceptar una ayuda sabiendo que a quien da, a veces, le gusta recibir. Una sonrisa, una palabra o un gesto, a veces bastan para desactivar un afecto. De pequeño me dijeron que es de bien nacidos el ser agradecido y en tales premisas intento caminar por la vida con la cabeza alta y la conciencia tranquila.

No hace demasiado tiempo, en un ejercicio de populismo irracional, Agüero se destapó ante el mundo proclamando aquello que al Madrid ni en pedo. Era una manera de decir que se sentía rojiblanco, que notaba el calor del oso y el madroño junto al corazón y que para tener una grada a sus pies no había mejor fórmula que la de agraviar al rival. Hubo muchos que se creyeron la declaración de intenciones y, como además, el chaval demostraba habiliad y talento en el campo, fueron más los que nos precipitamos a colocarle en el particular salón de la fama de nuestra memoria.

Claro, que quien sabe vender demagogia también es experto en la venta de humo, en la marcha atrás y en la palabra de deshonor. En cada declaración actual, en cada media sonrisa bobalicona y en cada gol celebrado con despecho, deja una sombra de lo que ya no será; un futbolista leal. No me molesta que se quiera marchar e incluso podría perdonarle vistiese de blanco, pero me enfada demasiado que no sepa ser agradecido y, por ello, se haya convertido en un mal nacido. El Kun de ahora apunta y dispara hacia nuestros corazones ¿Al Atleti? Ni en pedo.

1 comentario:

Jorge D. dijo...

Agüero podría haberse ido como un señor y todos le recordaríamos como ese gran futbolista que ha demostrado ser. Por desgracia, ha decidido marcharse como un desagradecido que según sus recientes palabras ha estado riéndose de la afición que tanto le apoyó y que se habría cortado por él.
De desagradecidos está la viña del señor...