
Este cuento chino (o turco) ya me lo conozco. Al chico le dicen que viene a un equipo que dicen que es el tercero de España, que hace un tiempo, no ahora, pero antes sí, se ganaba al Madrid una vez por temporada e incluso se arañaban puntos en el Bernabéu, que no hace mucho solamente tenía una liga menos que el Barcelona, ese Barcelona que hoy en día gana, asombra y divierte y el chaval, que ha crecido con los oídos regados de blanco y azulgrana dice "Guau", "Equipazo", "Qué suerte tengo". Y claro, como soñar es gratis y la prensa, cuando se pone, es muy cabrona, pues le hacen sacar la lengua a pasear y le hacen tirar de atrevimiento y luego viene el titular fácil y la sonrisa socarrona y la chanza burlesca del vecino que te busca la espalda para darte un toquecito y decirte "que lo vais a ganar todo, dice el turco". Y te mira así, con esos ojos de chulo relamido, esperando una respuesta y se queda en el sitio cuando decides hacer caso omiso y decirte a tí mismo que para qué entrar en el juego de estos ignorantes emocionales si ya estás acostumbrado a discutir para nada y ya no merece la pena seguir tentando a la suerte con la úlcera de estómago.
Dentro de un par de meses, el turco irá diciendo que igual eso de quedar cuarto no estaría tan mal y que no se esperaba tal desajuste defensivo y que al equipo le falta acoplarse, mal congénito del que no le hablaron en verano antes de decirle que sí, que a lo mejor con el Atleti jugaba la Champions más veces que con el Galatasaray. Y llegará febrero, y cuando la Copa vuelva a ser un sueño perdido de primavera, dirá que venga, que vamos, que igual si apretamos un poco nos clasificamos para la Europa League, que al fin y al cabo, un año la ganamos y la gente se echó a la calle porque decían que éramos el mejor equipo de Europa. Y eso quedando novenos en la liga. Y cuando acabe la temporada dirá que a lo mejor el año que viene se puede aspirar a más, pero que para hablar, mejor pregunten al nuevo que yo ya pagué la novatada y a estas alturas de mi vida ya sé dónde me he metido.
Dentro de un par de meses, el turco irá diciendo que igual eso de quedar cuarto no estaría tan mal y que no se esperaba tal desajuste defensivo y que al equipo le falta acoplarse, mal congénito del que no le hablaron en verano antes de decirle que sí, que a lo mejor con el Atleti jugaba la Champions más veces que con el Galatasaray. Y llegará febrero, y cuando la Copa vuelva a ser un sueño perdido de primavera, dirá que venga, que vamos, que igual si apretamos un poco nos clasificamos para la Europa League, que al fin y al cabo, un año la ganamos y la gente se echó a la calle porque decían que éramos el mejor equipo de Europa. Y eso quedando novenos en la liga. Y cuando acabe la temporada dirá que a lo mejor el año que viene se puede aspirar a más, pero que para hablar, mejor pregunten al nuevo que yo ya pagué la novatada y a estas alturas de mi vida ya sé dónde me he metido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario