lunes, 27 de junio de 2011

Cambiar todo para que nada cambie

Es importante hacer ruido para despistar a la masa, es importante hablar más de la cuenta para conseguir que algo quede en el ambiente, es necesario ser noticia porque ante las críticas, esta directiva, solamente sobrevive con estupideces. Más importante que nada es el Atleti, pero como a ellos, el Atleti les importa poco, dan más importancia a la imagen que a la verdad, prefieren la forma al fondo, prefieren salvar el culo con tal de seguir cogiendo carrerilla preparando el día en el que tengan que salir corriendo.

La prensa, ese cuarto poder que en Atleti pincha y corta hasta donde dejan las cuñas publicitarias y las colecciones de vajillas, anda preocupada en lavar la imagen del dueño del cortijo al tiempo que tratan de manosear a Cerezo mientras publican que ha sufrido una humillación. Quien sepa de humillaciones, debe saber lo que se siente cada lunes al regresar a la oficina y encontrar el rostro sonriente y sediento de sangre de cuatro compañeros madridistas.

La humillación, para los atléticos, es tener que soportar año tras año que un par de ineptos y sus secuacen nos desgobiernen, es depender de una mentira para poder ilusionarse, es comer con los ojos mientras se seca el estómago, es saber que la ruina no tiene fin. Para ellos, una humillación es verse en la picota, pero ellos nunca hacen autocrítica; prefieren huir hacia adelante, llamar a dos buenos amigos y sugerir dos titulares. Los de hoy es que todo ha cambiado, pero la verdad es que, mientras sigan ellos, aquí no va a cambiar nada.

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