martes, 8 de mayo de 2018

Nos acordaremos de la lluvia

Cualquier de nosotros, por más que nos creamos ciudadanos inocentes en un mundo en contínua
reconstrucción, estamos expuestos los caprichos ajenos y a los intereses espurios. Aquellos que solamente favorecen a una minoría porque se han acordado mediante un apretón de manos sibilino y una promesa fehaciente.

El Atlético, por caprichos de una liga que, a día de hoy, está totalmente descafeinada, no podrá adelantar su partido de liga para tener un día más de preparación de cara a la final de la Europa League. Y no podrá hacerlo porque la institución, más allá de mirar por sus equipos, mira por su ombligo, porque se aferra a un contrato televisivo y se aferra a su propio interés. Papismo puro y duro. Y mientras, en nuestro país vecino, el Marsella si obtendrá ese favor porque, más allá del dinero, existe el sentido común.

No podemos servir a quien sirvió ni pedir a quien pidió. Tebas, antiguo picapleito de causas perdidas, ha ganado todos sus favores y ahora se sienta en la poltrona de la solemnidad. Ni un guiño, ni un gesto, ni una palabra. Gesto adusto y silencio estampa, el tipo sigue aumentando su negocio mientras ve como se evalúa su producto. Algún día, cuando sólo caigan sapos, nos acordaremos de la lluvia.

No hay comentarios: