jueves, 24 de mayo de 2018

Notable alto

El sobresaliente exige perfección. El sobresaliente, en el Atleti, implica un doblete, porque aquel equipo del noventa y seis puso el listón tan alto que, aún hoy, con nuestras finales y nuestras batallas, seguimos idealizando a un grupo que surgió de la nada y nos llevó a lo más alto. El sobresaliente hubiese implicado, quizá, haber peleado la liga unas jornadas más y, también quizá, no haber caído en Copa ante un equipo que terminó la temporada en estado de locura.

Pero el notable alto es una gran nota. El equipo ha terminado segundo después de casi treinta años, hemos vuelto a clasificarnos para la Champions por sexta temporada consecutiva y, sobre todo, hemos vuelto a Neptuno. Porque regresar al lugar de la fiesta es reencontrarse con uno mismo y reencontrarse con los objetivos. Los títulos, además de para saciar el ego, deben servir como trampolín para seguir creciendo. Y yo sigo creyendo en el hambre de este grupo.

Falta por dilucidar si esta nota tan excelente no se ve empañada con la marcha de nuestra estrella. Mantener a Griezmann supondría una confirmación y una realidad; que, como dijo el eslógan, podemos seguir soñando mientras otros duermen. Todo equipo necesita una estrella porque, todo equipo con estrella es un equipo campeón. O al menos el germen de ello. Y, por encima de todos, sigue el Cholo, el hombre que nos hizo creer. El hombre que se sigue exigiendo la mejor nota posible.

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