lunes, 26 de marzo de 2012

Salir a empatar

El Atleti de Simeone ya no sale a ganar, ahora sale a empatar. Aunque sea en casa del colista. Atrás quedaron aquellas fogosas actuaciones en las que bombardeábamos el área del equipo rival y convertíamos en héroe a su portero. Aquellos días de vinos sin rosas quedaron en la memoria y hoy, como un mal estudiante, nos dedicamos a vaguear durante noventa minutos para ver si, a última hora, cae la suerte de un aprobado ramplón.

Pero lo que llegó fue un suspenso como una catedral. Nos parecimos a ese tipo prudente que siempre lleva las manos atrás, atento, casi paranoico, obsesionado con que no le quiten la cartera. Al final del día, tras palpar por milésima vez y comprobar que la cartera sigue a salvo, resopla aliviado y saca la mano del bolsillo para comprobar qué hora es y es cuando se da cuenta de que le han robado el reloj. Salvó su cartera, sí, pero se le quedó cara de tonto. Algo parecido interpretó el Atleti en Zaragoza, obsesionado con salvar un punto que no significaba nada y perdiendo el botín a última hora por no cuidar los detalles.

Lo de Godín yendo al suelo es de cadete mal instruído, pero vamos a obviar la sangre, que ya conocen todos mi animadversión por el que quieren llamar líder y no conoce ni el manual defensivo y nos centraremos en lo que se ha vuelto a convertir el Atleti en plena primavera. El cuento es el de siempre: en septiembre nos hablan de liga, en noviembre de Champions, en enero de Europa League y en marzo nos damos cuenta de que ya no pueden vender la moto porque se la han vuelto a robar. Pero ellos volverán a comprar otra porque seguirán hurtando entre la vorágine de esperanzas de varios miles de ilusos. El Atleti vuelve a ser desencanto y doble rasero ¿Qué hubiesen dicho de Manzano si hubiese perdido contra el colista? Arropa que hay poca.

1 comentario:

Emilio dijo...

Pues mire Don Pablo que yo creo que lo subyace en este bajón de resultados y sensaciones (ha calado en nosotros el quiqueflorismo más diletante) es la pesadez de piernas.

Lo que muchos achacan a falta de actitud lo veo más como una falta de combustible. Nada que no supiéramos sobre una plantilla corta y contrahecha.

De momento, al Cholo le podemos tal vez afear pero con la boca chica un exceso de prudencia en ciertos campos, en los que primero se plantea el no perder para ir a ganar con posterioridad. Pocos mimbres tiene para que le puedan pedir ulteriores responsabilidades.

Un abrazo