jueves, 29 de marzo de 2012

La mentalidad de equipo grande

Los fenómenos intangibles son difíciles de sustanciar. Existen ocasiones en los que un reto se nos presenta como imposible sin apenas haber vislumbrado la posibilidad del éxito. Con el paso del tiempo, al Atleti le han crecido los complejos y le han disminuído los objetivos. Es la consecuencia más directa derivada de aquellas leyendas que comenzaron como una broma y han terminado convirtiéndose en dogma, en el recurso fácil de cara a las excusas de mal pagador.

No es completamente achacable al Cholo la poca predisposición a la victoria del equipo durante los últimos partidos. La falta de competitividad, la caída de brazos y la mirada distante son viejos vicios difíciles de erradicar. Hace ya muchos años que el Atleti no pelea por nada y por eso se le convierte en difícil aquello que debería ser obligatorio. Lo de jugar sábado, jueves, domingo y vuelta a empezar es el recurso más fácil para esquivar la pataleta y limpiar la conciencia en la derrota; claro, así no se puede, el equipo está agotado y no está preparado para tantas exigencias.

¿Alguien ha repasado la historia? Hace años (muchos años ya), el equipo debía estar preparado para todo, y sin embargo, hoy, se ve obligado a elegir ¿Europa o liga? ¿Por qué no las dos? Sencillamente porque ya se ha perdido la mentalidad de equipo grande, la obligación de ir a ganarlo todo y el sentimiento de dolor ante la derrota. Desde que se inventaron las excusas, se acabaron los errores. Es un mal común, no creais. Athletic y Valencia también han caído este pozo de ignominia que supone la racionalización de los objetivos. Parece que solamente Madrid y Barça estén obligados a ganarlo todo. Para el resto, un par de victorias al mes entre semana parece un motivo suficiente para seguir siendo feliz. Pues a mí no me gusta perder contra el colista. Que lo sepan. Y el dolor que me quema el pecho desde el domingo no me lo cura ninguna victoria contra el Hannover.

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